Mujeres: ¿Por qué "trucchiamo"?
Truco, artificio, engaño que altera el aspecto de las cosas y hace ver lo que no está allí. Me refiero a la aplicación de cosméticos con el fin de cambiar las características faciales o mejorar su estética.
Sí, pero lo hacemos para complacernos? Por placer o para complacer?
Sin maquillaje siempre me sentí desnuda. Cómo podría estar sin ropa interior, cómo habría estado tan visible, tan reconoscible. Tan expuesta y libre de feminidad.
Nunca en el curso de mi vida salí sin ella. Salir al mundo!
¿Qué sería de mí? Habría sido, sin duda, señalada como descuidada, fea, no se puede ver. Tendría que mirar hacia abajo o esconderme detrás de anteojos negros gigantes.
Ocultarme.
Pero, ¿de quién o de qué?
Bueno, yo pienso en mí misma, por supuesto.
Es obvio que después de superar el dilema "hago caso al qué dirán o hago lo que siento", y decidí hacer lo que siento, me armé de valor.
Valor para considerar al maquillaje como un juego de acuarela para pintar mi cara, pero no para distorsionarla.
De mi significativa ansiedad y esta valentía salieron el coraje para fotografiarme, y luego el valor de salir de casa.
Ahora soy lo que soy por dentro y por fuera. Me satisface que me preocupo por mi persona.
Pero mi persona es mi alma.
Ella no necesita pestañas postizas.
._Rosanna Marani.
Truco, artificio, engaño que altera el aspecto de las cosas y hace ver lo que no está allí. Me refiero a la aplicación de cosméticos con el fin de cambiar las características faciales o mejorar su estética.
Sí, pero lo hacemos para complacernos? Por placer o para complacer?
Sin maquillaje siempre me sentí desnuda. Cómo podría estar sin ropa interior, cómo habría estado tan visible, tan reconoscible. Tan expuesta y libre de feminidad.
Nunca en el curso de mi vida salí sin ella. Salir al mundo!
¿Qué sería de mí? Habría sido, sin duda, señalada como descuidada, fea, no se puede ver. Tendría que mirar hacia abajo o esconderme detrás de anteojos negros gigantes.
Ocultarme.
Pero, ¿de quién o de qué?
Bueno, yo pienso en mí misma, por supuesto.
Es obvio que después de superar el dilema "hago caso al qué dirán o hago lo que siento", y decidí hacer lo que siento, me armé de valor.
Valor para considerar al maquillaje como un juego de acuarela para pintar mi cara, pero no para distorsionarla.
De mi significativa ansiedad y esta valentía salieron el coraje para fotografiarme, y luego el valor de salir de casa.
Ahora soy lo que soy por dentro y por fuera. Me satisface que me preocupo por mi persona.
Pero mi persona es mi alma.
Ella no necesita pestañas postizas.
._Rosanna Marani.
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